miércoles, 15 de enero de 2014

Sobre la propuesta del nuevo programa de estudio de Estudios Sociales (Tercer comentario)


Definiciones preliminares

Quienes estudiamos Educación estamos generalmente familiarizados con el concepto de currículum. Para este término se usan varias acepciones y existe un rico debate a su alrededor; acá, para simplificarnos un poco, lo usaremos en su definición como plan que orienta el proceso de enseñanza-aprendizaje y como campo que incluye los elementos y procedimientos y estructura general de la actividad educativa. Sé que esta es una definición limitada y que, perfectamente, podría explicarla, ampliarla y pasarla por un cedazo para dejarla más limpia. Sin embargo, acá se trata de ofrece un breve vistazo sobre el programa propuesto para la asignatura de Estudios Sociales pasando por las nociones de currículo manifiesto, oculto y nulo.

También para resumir, entenderemos el currículum manifiesto es el que está explícito en los aprendizajes, objetivos y procedimientos del plan de estudios. El currículum manifiesto queda claro ante nuestra vista cuando sumamos la normativa que rige los centros educativos desde los programas de estudio hasta las normas estandarizadas para la construcción de un aula.

Sobre el currículum oculto usaremos la definición de Henry Giroux, uno de los teóricos más importantes de la pedagogía crítica, quien dice que corresponde a aquellas normas no dichas, valores y creencias implicadas en la transmisión a los estudiantes por medio de reglas implícitas que estructuran la rutina y las relaciones sociales en la escuela y la vida del aula. El no estar explícito, no es obstáculo para que el currículum oculto resulte en enseñanzas más "relevantes" que las que aparecen anotadas en los programas de estudio.

El currículum nulo está constituido básicamente por procesos intelectuales y contenidos ausentes en la escuela o en el currículum manifiesto.

Educación y política


La educación tiene una fuerte significación política. El hecho de trabajar en un aula, ser funcionarios públicos, tener la tarea de orientar al estudiante hacia el conocimiento histórico y de la sociedad de la que forma parte es toda una declaración política. Ser profesor de Estudios Sociales significa confiar en que la historia y la geografía son herramientas que permiten al joven conocer su presente y dibujar con precisión sus derroteros como ciudadano.

La escuela y el colegio público son instituciones estatales, los colegios privados tienen que atenerse a programas dictados desde los despachos ministeriales y atenerse a la normativa en muchos aspectos que moldean la vida y relaciones dentro de sus paredes.

La significación de la educación como parte de la política está explícita cuando leemos los fines de la educación costarricense y encontramos que esta se propone

  • La formación de ciudadanos amantes de la patria, conscientes de sus deberes, de sus derechos y de sus libertades fundamentales, con profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana.
  • Formar ciudadanos para una democracia en que se concilien los intereses del individuo con los de la comunidad.
Hablar de "ciudadanía" o "competencias ciudadanas" es ineludible al hablar sobre educación y resulta particularmente inevitable al referirnos a una asignatura que busca dar al joven la oportunidad de conocer mejor la sociedad en que vive.

El proyecto y sus afirmaciones categóricas

Costa Rica, el centro del mundo.

No está explícita, pero la primera gran afirmación categórica la encontramos cuando vemos que todo el programa de Estudios Sociales de secundaria se refiere únicamente a Costa Rica. Esto prácticamente equivale a declarar y subrayar el discurso de la "singularidad" de nuestro país como si los procesos económicos, sociales, políticos y culturales que se han desarrollado aquí no estuvieran condicionados o bajo la influencia de lo que sucede en otros países y particularmente en el contexto de la región centroamericana.

Costa Rica próspera


Desde el tema horizontal de séptimo año encontramos la primera de cinco frases que aparecen con pocos matices o espacios para la duda: Costa Rica es próspera. Debemos aceptar que la visión del programa de Estudios Sociales propuesto por el MEP pareciera referirse a una marcha hacia un punto culminante situado en el presente. Al descoyuntar los relatos sobre la historia costarricense, se favorece la visión de un país en que pareciera que los problemas se van resolviendo o están en camino a erradicarse. La cuestión es que se le plantea al joven la vista de una Costa Rica próspera donde difícilmente pareciera que se plantearán las problemáticas que actualmente pesan sobre actividades productivas como la agricultura y la pesca, donde poco se dice sobre la fragilidad de nuestra industria y turismo y que seguramente obvia los peligros que amenazan a las pymes o que están relacionados con la legitimación de capitales.

Costa Rica civilista.


El tema horizontal de octavo año es el "civilismo", al menos así es como queda explícito. Cabría esperar un abordaje interesante sobre la forma en que se han construido las instituciones democráticas y la definición de ciudadanía en Costa Rica. Encontramos en cambio una visión fragmentaria y homogénea de la cultura costarricense en los siglos XIX y XX descoyuntada de lo "político" y que pareciera dar origen a una oda sobre la especificidad de la identidad costarricense. Es innovador el incluir aspectos como las redes sociales, Wikileaks y la importancia de las culturas locales, sin embargo, el abordaje parece ser más bien somero y falible por falta de mayores referencias históricas. Hoy no podemos hablar completamente convencidos de una Costa Rica civilista cuando la confianza de los ciudadanos en las instituciones va en claro deterioro y donde todavía quedan fuertes resabios de clientelismo, gamonalismo y una corrupción percibida y, en muchos casos, lamentablemente aceptada como un hecho.

El civilismo, a mi entender, implica el compromiso de un estado de derecho sólido contrario a la arbitrariedad. Este ideal ha sido puesto en duda por la realidad del crecimiento de una percepción negativa nacida de los escándalos políticos que en las últimas décadas han creado duda sobre la transparencia de muchos de los órganos del Estado.


Costa Rica verde


La temática de noveno año es interesante y tiene un cierre para ser destacado. Aborda temáticas que permiten una visión sobre la problemática ambiental y los retos que Costa Rica tiene para el uso adecuado del espacio geográfico. Subrayo este último concepto para recordar que los conceptos básicos de Geografía General han sido prácticamente borrados en el nuevo programa de estudios y que, muy probablemente, los jóvenes vayan a tener severas lagunas en la comprensión de temas como el clima, o la relación entre las actividades humanas y el medio que lo rodea. Para no variar, el tema va descoyuntado del conocimiento histórico más allá de unas rápidas pinceladas en el segundo período. Se obvian aspectos como el debate sobre el apoyo que el Estado costarricense le dio a proyectos de sostenibilidad ambiental discutible que van desde la minería metálica a cielo abierto en San Carlos hasta la construcción de megaproyectos turísticos que han dañado los manglares. Obviamente, será a la fuerza que se hablará sobre la relación entre la contaminación generada por las piñeras y su relación con  la defensa a ultranza que se hecho del actual modelo económico, las dinámicas de la economía global o la posición asumida por grupos de ciudadanos.

Costa Rica solidaria


Costa Rica no es un país tan "solidario" como nos gustaría pensar; la desigualdad en la distribución del ingreso económico es tan solo agravado por problemas como la corrupción o la crisis económica que pone en jaque nuestro sistema de seguridad social. Décimo año está dedicado a los movimientos sociales que son ordenados en casos que aparecen una vez desconectados de su contexto histórico. Esa desvinculación favorece una visión fragmentaria donde los movimientos incluidos aparecen como si hubieran surgido únicamente por cuestiones particulares de un momento o lugar, están por fuera del gran escenario de luchas y conquistas sociales. Culmina el año con una oda a la "solución costarricense" que podría favorecer la imagen de un estado providencial y sabio que ante cada circunstancia toma las medidas adecuadas para preservar la especificidad de la Costa Rica próspera, civilista y solidaria, una historia de las conquistas sociales exenta del repaso de las luchas en las que fueron logradas.


Costa Rica democrática


El eje de undécimo año es la visión de una Costa Rica Democrática. Pareciera ser el cierre adecuado orientado a la discusión sobre el compromiso cívico de jóvenes que están a pocos meses de convertirse en ciudadanos con plenas responsabilidades y derechos. Llegamos, sin embargo, a este punto sin hacer referencias al momento histórico, se enumeran preocupaciones de la ciudadanía actual en cuestiones como empleo, uso de los recursos naturales, seguridad ciudadana y exclusión, pero estos problemas no fueron contextualizados y no son parte de un modelo organizado que favorezca reconocer el momento histórico que corresponde al joven quien llega despojado de historia, a un presente sin referencias previas y sin tener la oportunidad de comprender su responsabilidad respecto a procesos que ya están en marcha.



Una oda al partido gobernante


El programa de estudios renuncia a una visión sistemática de la historia y se va a lo fragmentario de los hitos históricos en los que parece que los puntos culminantes están todos bajo la luz de administraciones del Partido Liberación Nacional, veamos:


  • Séptimo: Los dos últimos hitos señalados para el desarrollo de la cultura civilista están marcados por la abolición del ejército (un logro del cual se han apropiado figuras del PLN) y el plan de paz de Esquipulas II.
  • Octavo y Noveno: las referencias históricas son prácticamente residuales, lo mismo sucede en Undécimo.
  • Décimo: los puntos culminantes son la Junta Fundadora de la Segunda República y lo que el programa denomina "ajuste a la tica" en referencia a los Planes de Ajuste Estructural que claramente estuvieron marcados por los objetivos del Fondo Monetario Internacional. 
Se minimizan muchos hechos históricos fundamentales en la historia costarricense, este estudio por hitos podría favorecer la visión de una historia de los "grandes personajes" que parecen monopolizar la atención en detrimento de grupos que son invisibilizados o meramente minimizados.


Las omisiones históricas: conclusión



Las omisiones del proyecto de estudios para la asignatura de Estudios Sociales son enormes, solamente haré una breve enumeración.


  • Un país sin historia: un puro presente de oportunidades y desafíos producto de una singularidad como nación.
  • Ya no somos centroamericanos: Se desconecta a Costa Rica de la historia regional al punto de que la referencia a la relación con los pueblos vecinos se reduce a lo que el docente pueda hacer al estudiar temas como la Independencia, la Guerra Nacional o el plan de paz..
  • Sin conflictos: pareciera que estamos ante un país donde todo está calmo, donde no hay organizaciones sociales en lucha y donde las que aparecen mencionadas son referidas a una causa particular sin referencia a problemas estructurales que justifican su existencia.
  • Sin contexto: la historia costarricense reducida a su mínima expresión no tiene oportunidad de ser estudiada desde la influencia que tuvieron en ella acontecimientos que se desarrollaron a nivel internacional. El contexto, si aparece, es un telón de fondo para mostrar la singularidad, la oda a la "solución costarricense".

domingo, 12 de enero de 2014

Sobre la propuesta del nuevo programa de estudio de Estudios Sociales (Segundo comentario)

¿En serio tengo que decirle a profesionales de Estudios Sociales que la historia es importante?


Leyendo el proyecto del programa de estudios para la asignatura de Estudios Sociales en secundaria, llama la atención la crítica al programa vigente por, sobre otras razones, su visión fragmentaria de la historia. Ante este señalamiento uno esperaría que la propuesta incluyera estrategias para una visión más global, pero nos sorprende a muchos con una selección y distribución de contenidos que es mucho más fragmentaria y aldeana.

Muchas veces los docentes nos encontramos con que nuestros alumnos nos cuestionan la relevancia del conocimiento histórico para su vida y creo que todos los docentes tenemos claro este punto, excepto los que prepararon la propuesta que he estado comentando en los últimos días. La historia no tiene una utilidad medible en peso, capacidad o beneficios a depositar en una cuenta bancaria; conocer los hechos del pasado nos ayuda a comprender nuestro presente e imaginar el futuro.

Uso la palabra "imaginar" porque particularmente corresponde a la visión que me interesa ofrecerle a mis estudiantes; la historia no nos da enseñanzas morales, pero nos muestra que nuestro presente es el resultado de decisiones y acciones de las personas del pasado. La libertad que permite que los individuos y grupos actúen de manera distinta es la misma que tenemos en el presente para soñar nuestro futuro y trabajar consecuentemente con nuestro compromiso como parte de la sociedad. Asumir esta libertad corresponde a parte del desarrollo de las competencias ciudadanas.

No nos aproximamos a la historia porque conocer el pasado porque simplemente encontremos regocijo en ella sino, porque ella es una herramienta para la construcción de modelos de convivencia más justos. Comprender realmente el pasado es algo que mejora nuestras posibilidades de futuro.

Hay otro aspecto más: nosotros somos los herederos de una saga brillante de luchadores por la justicia social. Gozamos y nos vanagloriamos de las conquistas sociales en áreas de la educación y la salud, tenemos un régimen de derechos que garantiza a los ciudadanos un importante grado de libertad. Una visión fragmentaria de la historia como la presente en este programa de estudios tiende a invisibilizar estas luchas al convertirlas en mero contexto de un presente que parece ser representado como una especie de "resultado final" del devenir de una Costa Rica presentada prácticamente como una aldea aislada de los procesos históricos de América Latina y el resto del Mundo.

Lo que actualmente tenemos


El programa actual de Estudios Sociales está recargado de contenidos y fragmenta la historia al separarla en tres bloques: El Mundo, América Latina y Costa Rica. Al estar recargada de contenidos, el docente tiene que afanarse y termina trabajando especialmente porque sus estudiantes de Diversificada no tengan lagunas peligrosas que les perjudiquen en un examen de Bachillerato que sigue sin medir la comprensión sino, la memoria del joven.

Podemos tomar el ejemplo de la Segunda Guerra Mundial. Este conflicto destaca no solo por ser la guerra más sangrienta y destructiva de la historia reciente, dejó una gran cantidad de testimonios de sufrimiento y lucha que, desde la perspectiva de la memoria, supone fuertes cuestionamientos a la ciudadanía del presente. ¿Cómo dejar de hablar de las razones que explicaron que los ciudadanos alemanes asesinaran su propia democracia y optaran por el nazismo? ¿Cómo no cuestionarnos la injusticia en las relaciones internacionales que llevó a que se realizará el sacrificio de Checoslovaquia, Polonia y las repúblicas bálticas? No podemos dejar de lado el sufrimiento del holocausto o las historias de resistencia y lucha representadas por el levantamiento de Varsovia o las acciones de Dietrich Bonhoeffer. Jamás se podría cuestionar tampoco la relevancia de estos hechos en la posterior definición de los derechos humanos

Sin embargo, lo anterior corresponde al trabajo que los docentes responsables y comprometidos realizan dentro del aula. En realidad, el programa de estudios estudia este acontecimiento de forma que en el examen de Bachillerato solo se le hacen preguntas al estudiante para ver si se acuerda de dos causas y dos consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. El MEP, donde existe cierta obsesión por sus mecanismos de control, miden la calidad del servicio brindado por las simples respuestas dadas en una prueba estandarizada.

El carácter fragmentario del actual programa de estudios está claro cuando en momentos diferentes hay que estudiar las repercusiones de la Segunda Guerra Mundial en América Latina y Costa Rica. Esto sin embargo, queda matizado cuando consideramos que se trata de considerar este conflicto bélico como condicionante de procesos históricos propios de la región y del país.

Lo que actualmente se propone


El nuevo programa de estudios favorece una visión fragmentaria de la historia que pierde de vista el encadenamiento de causas, efectos y relaciones que dan forma a los grandes procesos y luchas de los pueblos. Da una visión aldeana de Costa Rica como "ombligo del Mundo" y en la cual los hechos sucedidos más allá de nuestra fronteras son reducidos a mero contexto.

Séptimo


En los contenidos de este nivel se descompone y fragmenta la historia, separando como si no formaran parte de las mismas dinámicas el desarrollo del modelo económico,  de algunos hitos en la formación de la cultura civilista costarricense y de la protección del trabajador vista desde la acción del estado y obviando que se trata de derechos conquistados por los propios trabajadores. Este último punto es notable  al darse una visión de un Estado que "camina hacia adelante" y en la que pareciera que Costa Rica nunca ha tenido conflictos internos o que no han existido históricamente grupos que han tenido que trabajar para alcanzar derechos que no les eran reconocidos desde un inicio, todo esto fomentado por la visión fragmentaria de una historia sin procesos seculares o coyunturales.

Octavo


En este nivel se enfatiza sobre el tema de la cultura vista desde la vida cotidiana hasta la influencia de la Internet sin olvidar expresiones de la cultura popular. Aquí no aparece muy visible la realidad de un país multiétnico y pluricultural. Donde no podríamos hablar tan fácilmente, por ejemplo, de la presencia afrodescendiente en Costa Rica desconectándola de las circunstancias relacionadas con hechos como la esclavitud en la colonia, la construcción del ferrocarril, el establecimiento del enclave bananero y otros hechos. El octavo año tiene el peligro de una cultura visto desde los específico y sin referencias históricas o geográficas claras.

Noveno


Este nivel subraya la importancia de proteger el ambiente y da algunas oportunidades para desarrollar temáticas muy interesantes. Lo penoso sigue siendo la creación de compartimentos que van separando aspectos como la cultura civilista de la conciencia ambiental. Es riesgoso ver estos temas sin que los estudiantes dominen conceptos geográficos básicos.

Décimo


Este nivel estudia los movimientos sociales desconectándolos de procesos históricos de los que son inseparables; el Feminismo separado del desarrollo de los estados liberales o sin la influencia de grandes  procesos revolucionarios; el movimiento obrero desligado de la revolución científico-tecnológica o del desarrollo del Capitalismo; el pacifismo en relación con la independencia de India y la lucha contra la Guerra de Vietnam separados de los procesos de descolonización o de las condiciones de la Guerra Fría.

En décimo parece que el punto nodal de la historia costarricense es la dictadura de dieciocho meses de la Junta Fundadora de la Segunda República hasta dar un salto a las reformas económicas del ajuste estructural de los ochentas, denominados ahora "ajuste a la tica"

Undécimo


Este nivel se ocupa más de los desafíos de la sociedad costarricense y menciona la palabra "encrucijada" en referencia, supongo, a una coyuntura histórica que no es estudiada en ninguna parte del programa. Analizar estos temas es importante, especialmente en la "encrucijada" en que nos ubicamos. Lo que no se ve muy bien es cómo visualizar esta coyuntura dada la visión fragmentaria que el estudiante tendrá sobre la historia costarricense, latinoamericana y mundial.

A modo de conclusión: recuperar la relevancia del conocimiento histórico


Queda claro que el programa de estudios vigente no puede permanecer sin cambios y que realmente hay que adaptarlo a nuevas realidades y a la posibilidad de formas de aprendizaje más participativas y novedosas. Sin embargo, tampoco veo que la propuesta presentada en estos momentos ante el Consejo Superior de Educación ofrezca un producto mucho mejor.

Nuestra primera obligación es propiciar el desarrollo de competencias ciudadanas en el aula. Los jóvenes de colegio se preparan como ciudadanos y para esto es que requerimos el conocimiento histórico, para que sus decisiones sobre el futuro se basen en el adecuado conocimiento de las condiciones de su presente. Una visión distorsionada y fragmentaria de la historia resta oportunidades al cumplimiento de esta finalidad.

Espero que en los próximos días pueda publicar más observaciones sobre esta propuesta de programa de estudio de los Estudios Sociales.

viernes, 3 de enero de 2014

Sobre la propuesta del nuevo programa de estudio de Estudios Sociales (Primer comentario)

Yo, como muchos otros docentes de Estudios Sociales, venía escuchando hacía tiempo que se venía un nuevo programa de estudios para la asignatura. Deseaba creer que no se esperarían para informarnos sobre el tema hasta que la presentación ante el Consejo Superior de Educación fuera un hecho consumado.  Sin embargo, tengo que decir que no fue hasta finales del año pasado cuando ya tuve la oportunidad de conocer la propuesta del MEP.

Se  nos presenta un programa nuevo que plantea cambios importantes en el enfoque, contenidos y evaluación de la materia de Estudios Sociales. Se trata de un documento ideado desde la perspectiva de "ética, estética y ciudadanía" que ha sido defendida por el Ministro Leonardo Garnier. Este programa, al ser posiblemente aprobado a inicios del presente año, sería aplicado desde el curso lectivo del 2015.


La filosofía del proyecto


Hace bien el documento en citar el artículo 2 de la Ley Fundamental de Educación pues es allí donde se plantean los fines de la educación costarricense. Podríamos resumir estos en la formación de los jóvenes para la ciudadanía, el desarrollo de la personalidad, el fomento de valores de solidaridad y comprensión y el compromiso por la conservación y ampliación de la herencia cultural.

Como se dijo anteriormente, el proyecto se plantea desde la perspectiva de la ética, estética y ciudadanía como ejes de una educación orientada a la preparación de los jóvenes para entender y vivir la complejidad, retos y oportunidades del mundo actual.

También se señala la importancia del "vivir y convivir". Yo, particularmente, comparto esta idea por cuanto sostengo que uno de los objetivos de la educación es fomentar la convivencia pacífica más allá de lo que hasta el momento hemos llamado "ser tolerantes". Debemos aspirar a una educación donde se nutran las potencialidades del individuo a la vez que se le convence de la necesidad de ser solidario y asumir su responsabilidad como parte de la sociedad y del ambiente.

Creo que lo anterior se fomenta desde una visión histórica del ser humano. Somos quienes somos en un momento y lugar determinado, tenemos sobre nosotros el peso de los hechos del pasado que han moldeado nuestras sociedades y ante nosotros está la obligación ineludible de aportar a la construcción de un orden más justo. La visión histórica de nuestra realidad actual nos hace ver que hay luchas importantes que se vienen dando a través de los siglos y que nuestros problemas actuales son consecuencia de las limitaciones y errores de las personas del pasado. También las soluciones deben partir desde lo histórico, retomando las luchas seculares por una sociedad más justa y solidaria.

La historia tiene un papel fundamental en la conciencia del ciudadano sobre su compromiso con la justicia y la paz. No puede ser excluida o minimizada en una educación que se diga orientada hacia la "ética, estética y ciudadanía".

El enfoque curricular


Se recuerdan que los tres pilares de la política educativa nacional siguen siendo el humanismo, el racionalismo y el constructivismo. Esto lo aprenden todos los que pasan por la Universidad y reciben los cursos de fundamentos de la educación costarricense. Es algo que no analizo en esta ocasión por cuanto ya llevamos años debatiendo las ventajas y limitaciones de este enfoque.

Los problemas de la enseñanza de los Estudios Sociales en secundaria

Se plantea un diagnóstico de las limitaciones del programa vigente que yo, personalmente, comparto:

  • Comprensión de los Estudios Sociales priorizando un abordaje lineal y fragmentado desde la Historia y la Geografía, omitiendo una visión como asignatura integradora de las Ciencias Sociales.Abordaje pedagógico de los contenidos caracterizado por ser mecánico y carecer de una estructura acorde con el desarrollo y la evolución psicológica de los(as) estudiantes.
  • Inclusión de las disciplinas de Geografía e Historia con ausencia de un orden y una correlación entre ellas, por año o nivel, fomentando una fragmentación de los conocimientos.
  • Existencia de repetición casual de contenidos entre diferentes niveles de la asignatura así como con respecto a contenidos de la asignatura en Educación Cívica.
  • Abordaje, selección y organización de los contenidos, rezagado con respecto a las nuevas tendencias disciplinares y pedagógicas.
  • Organización de los contenidos que impide, a los estudiantes de octavo, noveno y décimo año, conocer y analizar diferentes aspectos de la historia y realidad de Costa Rica y su relación con el mundo.
  • Saturación de contenidos por nivel y ciclo, estableciendo limitantes para el desarrollo de una educación constructivista y significativa.


Frente a los problemas señalados se plantea la necesidad una propuesta pedagógica que se presenta como: activa, democrática, creativa, integradora y flexible.

Los ejes temáticos


En el programa de estudios vigente abordamos los contenidos de Estudios Sociales en la siguiente forma (resumen):


  • Séptimo: Geografía e historia de Costa Rica (desde la independencia hasta el Estado Liberal)
  • Octavo: Geografía e historia de América (desde el doblamiento hasta la independencia)
  • Noveno: Geografía e historia de Mundial (Europa y Cercano Oriente, principalmente, desde el origen del ser humano hasta la Revolución Industrial)
  • Décimo: Geografía e historia mundial con énfasis en América Latina (desde la Segunda Revolución Industrial hasta épocas recientes)
  • Undécimo: Geografía e historia de Costa Rica (desde la crisis del Estado Liberal hasta épocas recientes)
El nuevo programa de Estudios Sociales plantea la asignatura desde una visión que yo, personalmente y desde mi criterio profesional, es aldeana al plantear a Costa Rica como prácticamente el ombligo de la Tierra y desconectarla de los grandes procesos históricos que caracterizan al Mundo y, particularmente, los casos de América Latina y Centroamérica.

  • Séptimo: Costa Rica Próspera (economía)
  • Octavo: Costa Rica Verde (cultura)
  • Noveno: Costa Rica Solidaria (desarrollo humano sostenible)
  • Décimo: Costa Rica Civilista (movimientos sociales)
  • Undécimo: Costa Rica Ciudadana (política)

Crítica a los ejes temáticos

  • Una visión aldeana: Costa Rica no es el centro del mundo; es el centro de nuestra experiencia, pero no se puede plantear tan simplemente una educación que parta desde nuestro país sin ocuparse más de los procesos sucedidos más allá de nuestras fronteras. Lo que sucede en América Latina y el resto del Mundo no es simplemente el contexto para comprender lo ocurrido en Costa Rica. Los habitantes de este país somos parte de dinámicas, luchas y procesos que son parte de la historia mundial, no podemos sustraernos ante este hecho o minimizarlo sin el costo de perder parte de esa "visión histórica"a la que aludía anteriormente.
  • Una visión fragmentaria El programa critica el abordaje lineal y fragmentado del programa vigente ante el cual responde con un programa de estudios que rompe con la linealidad pero en el que mantiene lo fragmentario. Veamos el caso del primer período de séptimo nivel:
    • El desarrollo del modelo económico, corte; El papel del Estado en la distribución de la riqueza, corte; Cambios en los patrones de consumo, corte. Se nos plantea hablar del cambio económico en Costa Rica como un proceso desconectado de los procesos sociales, el cambio cultural y el desarrollo de las instituciones políticas. Es como si se afirmara que lo económico se desarrolla autónomamente y sin conexión con otras temáticas. Se pierde la "sincronicidad" de la visión sobre la historia en la que los procesos históricos afectan a las sociedades en múltiples formas y donde una visión que fragmente la realidad separando aspectos como economía y cultura lleva a una visión distorsionada y fragmentaria de la realidad de nuestros pueblos.
    • Se rompe con el orden cronológico partiendo de una crítica de la "linealidad" que no parece tomar en cuenta que el "material" de la Historia es precisamente el tiempo en el cual  no debemos darnos el lujo de perder la visión de lo "cronológico" 
    • Una visión homogenizadora: Tenemos la historia del país vista desde un claro centro y en la cual no se toma en cuenta la diversidad de los grupos humanos que habitan este país. Corremos el riesgo de pensar que el desarrollo del país es exactamente lo mismo visto desde el Valle Central o la Provincia de Limón.

Puede ver el documento propuesto como nuevo programa de estudios haciendo clic aquí.

Esta publicación expresa mi visión personal y es la primera de una serie de reflexiones que quiero compartir por este medio. Espero que sirva para que los colegas de mi asignatura tengan la oportunidad de compartir sus acuerdos o desacuerdos con lo que aquí expreso.

Saludos cordiales, 
Lic. Roberto Carlos Monge Durán